Hace ya algunas fechas, a mediados del mes de agosto de 2011, decidí con mi familia visitar la localidad de Mérida. Ésta visita suponía un punto intermedio en un itinerario que, supuestamente, me conduciría hasta la localidad de Béjar en Salamanca. La primera parte adolecía de complicaciones, ya que se hacía en Renfe, pero la segunda debía hacerla en autobús interurbano y la Empresa concesionaria (en exclusiva) para ese trayecto “ALSA”, en principio, no me puso objeción alguna para disponer de un vehículo adaptado, con la salvedad de efectuar preaviso con antelación suficiente, consulta que se realizó vía telefónica al número de atención al cliente 913270540. El
billete fue adquirido vía Internet el 4 de agosto de 2011 y, además, se envió
E-Mail comunicando expresamente la necesidad de disponer de vehículo accesible para el trayecto indicado. Lo cierto es que no recibimos comunicación alguna hasta el día 13 de agosto, vía SMS, en el que se nos indicaba la imposibilidad de disponer de vehículo adaptado para el trayecto requerido. Como en ese momento, ya nos encontrábamos en Mérida, nos personamos en la Estación de Autobuses para solicitar aclaración, sin resultado favorable alguno. En ese momento procedimos a formalizar la reclamación correspondiente ante la Junta de Extremadura.
Sin alternativa posible, para continuar el viaje, tuve que desandar lo andado y regresar a Córdoba.
Con fecha 10 de octubre recibo
notificación de La Junta de Extremadura por el que se me solicita responder a las
alegaciones que el “GRUPO ENATCAR, S.A.” realizó en su descargo. En mi
contestación (registro de Entrada: 24/10/2011) hago relación detallada del asunto por lo que no desarrollo al estar disponible, de forma íntegra, en los enlaces. Sin embargo, y a forma de colofón, decir que he podido viajar a la localidad de Béjar en Salamanca en otras compañías de transporte, como CEVESA, y que los medios técnicos y humanos fueron más que satisfactorios para facilitar un servicio universal, sin discriminar a nadie. (Se adjunta vídeo descriptivo)
Lo que verdaderamente me indigna es la apatía mostrada, ante el problema aparente, por la Empresa ALSA.
Las Administraciones deben EXIGIR de forma clara y rotunda la universalidad del servicio, máxime cuando este se concede con carácter de exclusividad.
A éstas fechas, todavía me encuentro pendiente de la resolución del expediente por parte de Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo, Dirección General de Infraestructuras y Transporte, Negociado de Transportes, de la Junta de Extremadura. Me consta que está siendo analizado por su Departamento Jurídico. Ponerse de viaje, en silla de ruedas, no debería suponer necesariamente asumir temeridad alguna.